domingo, 6 de enero de 2013

The Fantastic Mr. Fruity - Cronosoft

THE FANTASTIC MISTER FRUITY

Cronosoft (2005)
Programa: Jonathan Cauldwell
Música: Matthew Westcott
Tipo: Arcade laberíntico
Memoria: 48/128K






El señor frutilla era la envidia de la huerta: sus cosechas y sus frutales eran los más sanos y productivos que se habían conocido por esos lares. Sin embargo, ya se sabe que la envidia al final acaba por aparecer, así que uno de los enemigos de nuestro protagonista hechizó sus vegetales de forma que ahora tendrían vida propia y poniendo en peligro la vida de Mr. Fruity. Es aquí donde debemos empezar a ponernos en marcha para devolver todo a la normalidad y hacer que las frutas vuelvan a su estado original.




Aqui tenéis una pantalla del juego en la que se puede apreciar en cierta manera qué es lo que va a pasar durante su desarrollo. Habrá que ir merodeando por el laberinto de pasillos evitando las frutas enemigas y depositando una bomba que estallará en todas las direcciones libres posibles. Concepto que os sonará seguro de un juego muy conocido del mundo de las videoconsolas...





Esa es la historia detrás de Fantastic Mr.Fruity, un juego que Jonathan Cauldwell lanzó en el año 2005 a través de Cronosoft, y que, parece que, pasó algo desapercibido tanto en los círculos ZX británicos como en los españoles (en nuestro país, aún más). El juego en sí es una mezcla de laberinto y arcade en donde nuestro protagonista se mueve por un decorado a pantalla fija formado por varios pasillos que varían en su disposición de una fase a otra. Estos pasillos forman un laberinto en la pantalla, por el cual deberemos movernos inteligentemente para evitar que las frutas asesinas nos maten con el simple contacto de su cuerpo frutal. Esto es un poco más complicado de lo que parece porque en cada pantalla hay más de 2 enemigos (2 en los niveles iniciales) que se mueven constantemente y en ocasiones pueden acorralarnos en algunos pasillos si no somos lo suficientemente listos y hábiles. Para acabar con ellos disponemos de una bomba que en el momento de colocarla explotará y cuya onda expansiva se dividirá en varias proyectiles, desplazándose por los pasillos en los que ha sido colocada alineadamente. El manejo de la bomba es algo más complicado también de lo que puede parecer en un principio, ya que ésta se divide, como hemos dicho, en varios proyectiles, que irán avanzando por los pasillos hasta encontrarse con un enemigo o con un elemento del decorado, momento en el cual el proyectil desaparece. Por eso tenemos que tener cuidado o nuestra propia bomba puede matarnos si no somos rápidos y nos quedamos en su trayectoria.




El aspecto visual del juego no es espectacular, pero bastante funcional. Sí que hay ciertos colores en pantalla, lo que se agradece, y pega, ademá,s con el tipo de juego. Nuestro personaje es algo parecido a Horace, aunque quizás más grotesco aún, con esas patas de ave :D




Una vez eliminados todos los enemigos de un nivel accedemos al siguiente, más complicado, con más enemigos y con laberintos más intrincados. Así hasta completar 32 niveles, con un aumento apreciable de dificultad en los últimos. Muchos de vosotros después de leer la descripción de la mecánica del juego, os habréis dado cuenta de que el concepto del juego es calcado al mítico Bomberman; pues sí, aunque hay que añadir que hay otro elemento en el juego, un tanto novedoso, y es que cada vez que soltamos una bomba, existe en la pantalla una máquina tragaperras que se activa y en la que hay varias figuras (al estilo de las slot machines de los bares) con las que podemos ganar vidas extra, puntos extra, o incluso pasar de nivel, siempre y cuando se dé una combinación de objetos ganadora; aunque cuidado, porque también puede jugar en nuestra contra, ya que cada vez que disparamos la bomba, debe aparecer en la ruleta la misma fruta que el enemigo al que intentamos alcanzar para poder matarlo: en caso contrario la bomba no le hará el más mínimo daño. También nos puede hacer perder puntos si no conseguimos combinaciones productivas de ítems.




Aquí en esta captura podéis apreciar el detalle de la tragaperras: colocamos la bomba y la suerte quiso que saliera la cereza entre los items de dicha tragaperras. Gracias a eso, si la bomba alcanza a alguno de los enemigos en pantalla, que en este caso son cerezas, conseguiremos acabar con ellos. Disparar la bomba no nos garantiza que ésta acabe con los enemigos que se encuentre en su camino, por eso hay que estar atento y no confiarse nunca.





En general, este Mr Fruity es un juego divertido, en gran parte porque es un juego multi-tarea, es decir, tenemos que estar pendientes de esquivar y evitar a los enemigos por los laberintos, intentando acabar con ellos, y al mismo tiempo, conseguir que la bomba no nos impacte a nosotros. En el fondo el programa tiene un poco concepto de japonés (normal sabiendo la inspiración que ha tenido), incluso la melodía de corte animado y un poco groovy te ayuda a sentirte como si estuvieras jugando un juego de NES o Game Boy (¡nunca tuve una Master System o Megadrive, lo siento!).







La bomba se detona y se esparce por todos los pasillos abiertos que encuentre en su camino. A la hora de acabar con los enemigos habrá que estar listo y elegir un lugar con buenas probabilidades de alcanzarlos. Los pasillos largos son ideales, aunque si no corres, tu también acabarás muerto!




Los gráficos son correctos, por lo menos tienen bastante colorido y presentan cierto cambio de unas fases a otras, aunque los enemigos no son muy variados, y los sprites son bastante sencillos en su diseño. Los movimientos del protagonista son buenos, obedece bien al teclado y se mueve sin problemas, lo que ayuda al desarrollo de la acción, ya que en muchas ocasiones hay que huir de varios enemigos que pueden acorralarte y se requiere de buena precisión de movimientos, cosa que, como ya hemos dicho, se cumple en este juego. El sonido recuerda un poco a estilo cartoon, una melodía bien realizada para el chip AY, que a la larga puede resultar un poco machacona pero que al principio se agradece bastante y le da vida al desarrollo del juego. Hay una opción de jugar sin música, sólo con efectos de sonido FX, que también son bastante simpáticos, y que puedes agradecer al cabo de unas cuantas partidas.





Conforme avanzamos, los enemigos aumentan en cantidad y por lo general los niveles son más enrevesados en relación a los pasillos. Será más complicado acertar a los enemigos...


Cuando se juega a Fantastic Mr Fruity se aprecia que la curva de dificultad está bien calculada, de modo que poco a poco con las partidas iremos avanzando en el juego hasta llegar a los últimos niveles que son los más complicados, pero que con tiempo y práctica son superables. La dificultad del juego por tanto está bien medida, lo que es un punto a favor del juego. La jugabilidad y la adicción del juego van en consonancia al resto de los apartados, es decir un juego simple, directo, divertido, a veces un poco claustrofóbico cuando los enemigos empiezan a acorralarte en el laberinto de pasillos y mediana y aceptablemente cuidado en sus aspectos técnicos, que lo hacen apetecible, aunque hubiera venido bien algunas otras novedades aparte de la máquina tragaperras, para darle una pizca más de variedad.





Y si queréis comprar el juego en su versión física, o emulador, solo tenéis que pasaros por la publicidad de la parte inferior de la pantalla :D




Un juego recomendable que os tendrá pegados hasta que posiblemente consigáis pasarlo, y que, otra vez, hace gala de las virtudes de los juegos de Jonathan; simple, algo novedoso y adictivo; una buena manera de jugar al archiconocido Bomberman en una conversión al Spectrum con algunas variantes.
Aunque como ya hemos dicho otras veces, nos gustaría ver a Jonathan embarcado en proyectos de mayor envergadura.






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